La gala de anoche, para mí, fue muy buena aunque no tanto como la de la semana pasada. La expulsada de la noche fue Lizz, con un 51,9% de los votos, porcentaje que se mantuvo igualado hasta que se cerraron los teléfonos, según nos comenta la presentadora.
Los finalistas (
Iván, Almudena y Orlando) se dirigen a la sala de las tres puertas, donde cada uno eligió una y se le adjudicó un número de teléfono para que la gente les haga ganadores. Por si a alguien le interesa, aquí lo dejo reflejado.
Tanto Iván, como Orlando, como Almudena, tuvieron la oportunidad de hablar con uno de los expulsados. Almudena habló con Mirentxu sobre una pelea que tuvieron, en la que la señora mayor esta (que a veces chochea) le recriminaba a Almudena que había puesto la lavadora con tres prendas sólo y que no la dejaban dormir (qué raro, la dictadora quejándose de eso). Orlando habló con Nani sobre la hora que tuvieron sin cámaras, la cena romántica… Iván habló con Loli sobre la bronca que tuvieron en la prueba del baile (sin comentarios).
Lizz llega al plató (sólo se levanta Carlos H. a saludarla) y empiezan a hablar de la despedida de Julito, el de casa, el de siempre, de la semana anterior. Lizz no quiere ni mirarle a la cara, igual que el canario que, por fin, admite que el otro día se despidió de ella así porque se dejó influenciar por Mirentxu (aunque él dice que no fue la única que le habló mal de la dominicana). Lizz también se las tuvo que ver con las tres brujas (Loli, Nani, Gisela) que madre mía… qué cierto es eso de que Dios los cría y ellos se juntan… En fin…
No voy a añadir nada más, lo que tenía que decir de los expulsados, ya lo he dicho, me parecen unos barriobajeros y maleducados, a excepción de Eva y Raquel que, por lo menos, tienen educación.
En principio, la final será el jueves, si hay algún cambio, ya os lo diré (si es que me entero, claro) y poco más que añadir. Que GH se acaba… y por mí que durara otros cuatro meses…
